Cronicas | H. Ayuntamiento de Palenque.

>Patrón de asentamiento prehispánico

Patrón de asentamiento prehispánico

Jueves, 15 de Marzo




Patrón de asentamiento prehispánico
Entre los años 2007 y 2011, realizamos reconocimientos de una superficie en un área total de 120 km2, con el objetivo de llevar a cabo observaciones y muestreos arqueológicos, geológicos y etnográficos (Balcells, 2011 y 2014). El área recorrida se ubica en el espacio de transición del municipio de Palenque y Salto de Agua. Actualmente este espacio lo ejidos y rancherías, entre los cuales destacan por la presencia de sitios y áreas hi actividad prehispánica: Santa Isabel, Ampliación Cerro Norte, Pino Suárez, Agua Blanca, Miraflores, Puerta Negra, El Corozo, Las Colmenas, San Juan del Alto, San Miguel, Michol y Santa Rita. Con fines analíticos, el área de estudio se clasificó en unidades geomorfológicas, estrategia que funcionó muy bien para tener un punto de partida para el análisis de la relación cultural-medio ambiente, tanto para los asentamientos prehispánicos como para las áreas de actividad actual. Se registraron cuatro grandes unidades geomorfológicas: ribera, planicie con lomeríos pie de monte y montaña. Si observamos la distribución espacio-temporal de sitios durante el Clásico Tardío sobre un modelo digital de elevación, es evidente una intensa ocupación en las áreas de pie de monte y montaña. En estas unidades se registran los asentamientos más complejos, sitios denominados cívico-religiosos, los cuales presentan edificios abovedados, juegos de pelota, áreas abiertas de plaza, acueductos y miradores, casi por reglas asociados a extensas áreas que presentan restos de terrazas de cultivos prehispánicos. En el resto de las unidades, se presentan asentamientos menos complejos, es decir conjunto de plataformas en la planicie o cercanas a la ribera, asociadas a restos de canales y campos alzados de cultivo prehispánico; o bien sitios cívico-ceremoniales menos complejos que los de montaña, localizados en la unión de ríos, asociados a restos de embarcaderos prehispánicos. Este patrón resulta interesante porque los ejidos más complejos en cuanto a organización social y las áreas predilectas para el cultivo actual también están distribuidos en la montaña, o bien en pie de monte. En estas unidades se reutilizan espacios y estructuras arquitectónicas para construir áreas habitacionales modernas, donde muchas de las casas se construyen sobre plataformas para aprovechar los cimientos, o bien se rehabilitan las antiguas terrazas de cultivo. La intensa ocupación moderna de la montaña y al pie de monte pueden complicarse por la presencia de manantiales y Leptosoles –suelos ricos en materia orgánica, nutrientes y carbonato de calcio-. En tiempos prehispánicos los Laptosoles fueron adaptados para instalar terrazas y actualmente continúan siendo áreas aptas para el cultivo de maderas finas, árboles frutales, granos y legumbres básicas en la dieta maya prehispánica y actual.

Otro caso interesante de reutilización y reelaboración territorial se da en los ojos de agua, manantiales y represas de naturaleza prehispánica, los cuales se modifican y actualmente funcionan como centros de culto y peregrinación. También vale la pena mencionar el caso de las cuevas, las cuales frecuentemente presentan fragmentos de porta-incensarios prehispánicos y artefactos líticos; estos lugares son considerados como peligrosos y en pocas ocasiones son explorados por los habitantes actuales. En otras ocasiones, las plataformas aisladas y dispersas son desmanteladas para la construcción de casas a partir de mampostería. Es en estos lugares donde se construyen discursos de facto sobre el pasado prehispánico, y posteriormente se producen en la comunidad, de persona a persona, creando un discurso alterno al oficial. Joshua Abenamar Balcells González, Aproximaciones arqueológicas y etnográficas a los usos y discursos del pasado prehispánico en la región de Salto de Agua, Chiapas. Anuario 2013, Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica. Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas.

PETRONA JUDITH AZCUAGA SHERRER. Nació en La Libertad, Chiapas, en el año de 1900. Estudió en la UNAM. Obtuvo dos títulos el primero en enfermería partera y el segundo en gineco obstetra, en la época que a las mujeres no le entregaban títulos universitarios, por lo mismo la UNAM no le otorga título como médico cirujana, sino como enfermera partera y gineco obstetra. Trabajo largo tiempo en el centro médico “La Raza”, siendo presidente de la republica el ingeniero Lázaro Cárdenas del Río enviada a la zona de los ríos, dentro de las brigadas médicas, para dar atención médica a los obreros de la construcción de los Ferrocarriles del Sureste, en el tramo de Teapa-Pénjamo, Tabasco. Es así que Doña Petrona retorna a la tierra que la vio nacer, avecinándose en la entonces Villa de Palenque, donde instala un consultorio médico y una botica, brindando servicio de salud a toda la región, misma que carecía de este servicio de primerísima necesidad, al poco tiempo de su arribo a la región, inicia la construcción de forma muy rústica y primaria del hoy denominado “Hotel Palenque” abriendo puertas en Agosto de 1937 siendo el antes denominado “Hotel Cruz de Palenque” el primer establecimiento en brindar servicio de hospedaje en la Villa de Palenque. Cuando Doña Petrona llega a la Ciudad de México, se aloja en la casa de su primo hermano Julio Sherrer García, director de la revista “Proceso”. También cabe destacar que dentro de la brigada que viene al sureste para la construcción de Ferrocarriles del Sureste, también viene el ingeniero Francisco Lastra Lacroix como encargado de la obra civil.


Fuente de la Información: Crónista Municipal Profr. Agustín Roman Alvárez Bolivar.

Ultima Actualización: 15 De Marzo De 2018.