Cronicas | H. Ayuntamiento de Palenque.

La Palencana

La Palencana

Viernes, 29 de Diciembre de 2017



Palenque verde o majestuosa Nachan kan; silente piedra de voces colosales, sacra ciudad de mentes gigantescas; pregonan tus vestigios a los vientos la grandeza de México, y de Chiapas; tus ritos, tus costumbres, los momentos que vivieron los hijos de votan territorio feraz en nuestra historia tierra sagrada del padre Hunab-Ku conoce el mundo de tu arte y de tu ciencia, de tu exacto calendario, de tu sapiencia cronológica y numérica pero escondes el final de tu existencia tejiendo con el tiempo, tu sudario.En razón de su atávico destino sigue el murciélago enlutado vigilando el arcano del sepulcro y en la losa mortuoria, nahuyacas enroscadas en el fondo de la ofrenda, se embadurnan en el purpura sagrado que los mayas pusieron en la cripta; las huellas del mundo convergen en tus aras, y perdidas las mentes en lo ignoto maravillado el espíritu se queda, se pierde de nuevo la mirada hasta el confín azul del pensamiento , y en el final de la búsqueda tenaz, solo se encuentra una respuesta:…¡nada!

Preguntaron a la Selva Milenaria que con su cruz de brazos verdes dio cobijo a las piedras esculpidas, y en su roja reverencia, los chacáes, que semejan humanas esculturas; con mil brazos señalaban a la selva, y animada por el viento, ella toda, con sus voces de arroyos despeñados y el clarín de cromática tonada que inicia el canto de la selva toda, las sonajas de los crótalos reptantes, y los golpes de los palos desgajados les enviaron su respuesta:…¡nada! nada en el oro de los guayacanes que galanan los hombros de la sierra, nada en la irritante sabia del chechén que uso el guerrero en la punta de sus flechas veneno con que el sembrador al proteger el grano anticipaba la botánica aplicada y de la medicina, y de sus hierbas, solo hay una respuesta:…¡nada! El Quiché nos legó en el popol, tu nacimiento: se forjaron de mil formas y raros materiales el sol, la tierra, las noches y los vientos; ya la raza por fin, satisfacía, las exigencias de sus caros dioses, respetuosos a sus plantas se inclinaban y cumplían sus mandatos con cariño, restaba tan solo el lugar de asiento donde fincar el pedestal primero que marcase el final de su nómada existencia, y Hunab-Ku hablo al cielo con su voz tonante: ¡Los hombres burilaran tu historia sobre roca! ¡Y levantaran templos a tus dioses! El silencio celestial, cobro vida, la Cruz del Sur, sacrifico una estrella que vagara en los confines del espacio buscando en los lugares de la tierra donde engarzar su calidad divina, y, después de recorrer las nieves, los desiertos, las costas y los mares, hizo reunir con su poder de dioses lo mejor del arcón de sus altares y regalo a sus hijos, esta tierra…Aquí tienes mundo, ante tus ojos, y a los hijos de una raza de titanes, ¿podrán alguna vez, de nuevo, ser musculo y cerebro dignos de levantarse ante sus manes con orgullo, con pujanza y sin sonrojos?
Así es Palenque cual es himno de los bosques, de las tierras tropicales de la patria, coloración, belleza y todo…

Es el pueblo de los indios choles, una raza que de nuevo se levanta, una raza que ante nada se avasalla, y que aprende, se engrandece, se agiganta, ¡Son el orgullo de la raza Maya!
Fuente de la Información: Crónista Municipal Profr. Agustín Roman Alvárez Bolivar.

Ultima Actualización: 28 de Diciembre de 2017.