Cronicas | H. Ayuntamiento de Palenque.

La Natividad en Santo Domingo de Guzmán

La natividad en Santo Domingo de Guzmán

Lunes, 18 de Diciembre de 2017



El repicar de las campanas en el pueblo de Santo Domingo de Guzmán cobijado por la majestuosidad de la montaña siempre verde y regado por las aguas del “rio de los monos”, el tañer de las campanas viajaban varios kilómetros a la redonda invitaban desde el mes de septiembre a todo los niños a reunirse en el atrio de la iglesia para tomar las clases de catecismo que el cura de la iglesia les dictaba para conocer de la ley de Dios y de otros pasajes bíblicos, esto era el preámbulo para el inicio de las fiestas navideñas, los niños asistentes recibían un boleto, quien tuviera un mayor número de boleto tendría el mejor juguete del día de reyes, en este mes se preparaban los novios para la boda, grupos de niños para la primera comunión, padrinos y padres para el bautismo.
El inicio de las tardeadas en el atrio de la iglesia se engalanaban con música original chol de tambores y carrizos, los paladares más exigentes seleccionaban de la gastronomía tradicional, shote con momo, tamalitos de frijol pelón, penchuque de frijol talete, penchuque de polvo de chicharrón, tacos de pavo adobado, pan de elote, budín de macal, tortitas de yuca, plátano asado, totoposte de manteca de cerdo, tortilla gruesa con manteca de res y tantita sal, tortillita de maíz con panela, dulce de miel en hoja de naranja agria, atol agrio de maíz nuevo, café y aguas de frutas de la región.

Los niños en sus casas en pequeños recipientes de barros ponían tierra, semilla de maíz, frijol, y arroz para que germinaran que serían colocados el 22 y 23 de diciembre en el lugar del nacimiento donde podía verse la ofrenda verde de todos los niños de la comunidad que ofrecían a Jesús en la misa del 24, los primeros minutos del día 25 de diciembre marcaban el estallido de la alegría de los habitantes del pueblo de Santo Domingo de todas las edades, a partir de esa primera hora del 25 todos se iban a compartir la cena con sus familiares y amigos de la comunidad, al avanzar las horas de la madrugada el pueblo bailaba con la marimba en el parque del pueblo y frente a la iglesia con tambores y carrizos. Los siguientes días transcurrían con gran devoción adorando al niño Dios.


Fuente de la Información: Crónista Municipal Profr. Agustín Roman Alvárez Bolivar.

Ultima Actualización: 18 de Diciembre de 2017.