Cronicas | H. Ayuntamiento de Palenque.

Dos siglos de descubrimientos arqueologicos en Palenque Chiapas Parte décimo quinta

Viernes, 21 de Diciembre de 2018



Otros de los monumentos extraordinarios localizado en este espacio arquitectónico fue un trono de mampostería sobre su pared nordeste. El trono, de 2.50 metros de largo por 1.70 metros de ancho, se encontraba decorado en dos de sus caras con tableros finamente esculpidos. El tablero del lado sur muestra dos bloques de texto glífico principal que enmarcan una escena palaciega. En ella se aprecia a siete personajes de alto rango identificados mediante textos secundarios. El tablero oeste, por su parte, muestra a tres personajes unidos con una gran madeja de cuerda. Al igual que el anterior, el texto principal está distribuido en dos bloques laterales (Bernal Romero, 2006: 26). Este sitial ha sido considerado como uno de los mejores ejemplos en el arte escultórico de Palenque. Los estudios epigráficos recientes sobre este monumento aportan nuevos datos sobre la relación entre la mitología y la realeza del Clásico Maya en Palenque (Stuart, 2005) Las excavaciones realizadas en el Templo XIX estarían íntimamente relacionadas con las excavaciones realizadas en el Templo XXI al localizar un trono con características muy similares, donde aparece también representado Ahkal III y que ya hemos señalado al principio de este escrito. Sin embargo, la exploración del interior del edificio también nos aportó otros hallazgos importantes. La planta del Templo XXI guarda una semejanza con la del XIX, aunque de menores dimensiones, ya que solo cuenta con cuatro pilastras en su parte intermedia que sustentaba la bóveda. En os trabajos realizados en la parte occidental del recinto se observó que el acceso entre una crujía y otra se encontraba cegado por un muro de lajas colocadas en hieras, acomodadas uniformemente una encima de otra sobre las caras de las pilastras y el muro oeste, formando un muro divisorio entre ambas crujías. Durante la limpieza de estos muros, sin cementante una encima de otra, fueron localizados 110 fragmentos de tableros labrados, donde el tamaño y grosor de las lajas en ocho de ellos permitió constatar que formaban parte del panel derecho del tablero del Templo XVII, descubierto en 1994. Este rasgo arquitectónico indicaba que el plan original del templo había sido modificado en una época más tardía y cuya presencia puede estar relacionada con antiguos habitantes que ocuparon los templos como espacios habitacionales después de que la ciudad estaba prácticamente abandonada. El misterio del panel faltante del Templo XVII una década tras, había sido aclarado por los arqueólogos. Sin lugar dudas el más valioso descubrimiento del Proyecto Arqueológico Palenque procede de la Gran Plaza. En 1994 se habían iniciado sondeos en el Templo XIII, con el objetivo de conocer la secuencia constructiva del basamento y la forma como ésta fue edificada sobre la falda del cerro que la limita. Al realizar la exploración de los dos primeros cuerpos los arqueólogos localizaron los restos de la escalinata principal, totalmente desplomada. Una limpieza posterior les permitió detectar una pequeña puerta tapiada sobre un muro del segundo cuerpo a del edificio. Después de retirar las piedras que cubrían el acceso, descubrieron un angosto pasillo que los condujo a interior de un amplio corredor en cuya pared sur se encontraban tres aposentos. Los laterales se hallaban vacíos mientras que la habitación central se encontraba tapiada con piedras perfectamente acomodadas. ¿Qué había en el interior de esta habitación?, se preguntaban los arqueólogos. Para salir de dudas, decidieron hacer un corte estrecho en la parte superior izquierda del muro tapiado y su sorpresa fue mayor, ya que no estaban preparados para lo que vieron sus ojos: un aposento perfectamente abovedado donde casi toda el área estaba ocupada por un sarcófago de piedra caliza. Después notaron que sobre el sarcófago descansaba una losa monolítica desprovista de decoración. Un pequeño incensario con tapa yacía sobre su superficie en la parte central y al pie del mismo un pequeño malacate de hueso. En el extremo oeste del sarcófago se localizó una osamenta en mal estado de conservación, cuyos estudios posteriores permitirían determinar que se trataba de los restos de un individuo adolescente de sexo masculino, mientras que en el extremo este fue localizado otra osamenta de un personaje de sexo femenino. Aparentemente estos dos individuos fueron sacrificados para acompañar al personaje principal en su viaje al inframundo. Al fondo del recinto había sido colocado un plato de cerámica de grandes dimensiones y dos vasos del mismo material. Tras registrar y levantar los elementos que rodeaban el sarcófago e iniciar la limpieza de la superficie, fue localizado en la parte interna un pequeño orificio que atravesaba el grosor de la tapa y que les permitió observar parte del ajuar funerario del entierro. Posteriormente se procedió a retirar la lápida monolítica que le servía de tapa, y se pudo apreciar este sensacional hallazgo en toda su magnitud. En el fondo una colección de jades, perlas, agujas de hueso y conchas cubrían y rodeaban a un personaje adulto de sexo femenino. Unas 1000 piezas de jadeíta habrían formado parte de una máscara, collares, orejeras, y pulseras con las que vistieron al personaje para ser enterrado. Entre estos materiales resaltaba una diadema de cuentas circulares planas de jadeíta sobre el cráneo; piezas rectangulares de color verde manzana rodeaban parte del cráneo y pecho. A la altura del pecho también se localizó una alta concentración de cuentas planas de jadeíta y cuatro navajillas de obsidiana. Alrededor de ambas muñecas había pequeñas cuentas de jadeíta pertenecientes posiblemente a las pulseras; a la altura de la pelvis se localizaron tres hachuelas de piedra caliza, que con seguridad formaban parte de un cinturón. Entre las falanges de la mano izquierda y la pared este del sarcófago localizamos una concentración de plaquitas de jade a manera de mosaico, que por sus características probablemente formaban parte de una pequeña máscara. Una de las piezas más relevantes de este conjunto es una minúscula figurilla tallada en piedra caliza que apareció en el interior de una valva de concha y que se ubicaba en la esquina nordeste del sarcófago. Continuara…


Fuente de la Información: Crónista Municipal Profr. Agustín Roman Alvárez Bolivar.

Ultima Actualización: 21 de Diciembre de 2018.