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Dos siglos de descubrimientos arquelogicos en Palenque Chiapas tercera parte

Dos siglos de descubrimientos arquelogicos en Palenque Chiapas tercera parte

Martes, 18 de Septiembre




Dos siglos de descubrimientos arquelogicos en Palenque Chiapas tercera parte
En la actualidad no existe información sobre la presencia de escaleras que llevaran a un nicho o tumba bajo el piso inferior del Templo de la Cruz tal como lo describe Waldeck, así como tampoco una de las dos esculturas que menciona en su texto. Visitantes posteriores señalarían la presencia de una sola escultura, que hoy se exhibe en el Museo de Sitio de Palenque y nada de restos de una escalera subterránea. Las excavaciones arqueológicas realizadas sobre el basamento del templo durante la década de los noventa del siglo XX parecen confirmar que todo se debió a la imaginación del conde. El único descubrimiento real de Waldeck es hoy conocida como la Estela 1 La Muerta. En ella está representado el gobernante K´an Balam II, el gran constructor del Grupo de las Cruces y en cuya parte inferior fue inscrita la fecha 8 Ajaw, alusiva al final del katún 13 (9,13,0,0,0, 8 Ajaw, 8 Wo) correspondiente al 18 de marzo de 692 d.C., fecha en la que los nuevos edificios construidos por este gobernante entraron en funciones dentro del ceremonial público (Bernal, Cuevas y González, 2000: 32) En el verano de 1840 un abogado norteamericano convertido en diplomático llegó a Palenque. Los relatos de John Lloyd Stephens sobre un viaje a Chiapas hicieron de Palenque una ciudad de fama mundial. Su compañero de viaje fue el inglés Frederick Catherwood, hábil dibujante que contribuyó con sus ilustraciones al éxito de la obra que se publicaría a finales de la travesía. Con estilo ameno y desarrollado Stephens describió de manera objetiva, templos, casas y elementos decorativos. Sus conceptos cronológicos y culturales sobre los mayas fueron razonables y lógicos destruyendo las viejas ideas de sus antecesores sobre estos antiguos habitantes. A través de su libro Incidentes de viaje en Centroamérica, Chiapas y Yucatán, llegarían a ser famosos los tableros que decoraban los edificios del Grupo de las Cruces y el Templo de las Inscripciones. Décadas atrás, el tablero de Templo de la Cruz había sido desmantelado de su lugar original y dispersado durante algún tiempo. Un vecino del pueblo de Santo Domingo de Palenque retiro el panel central con la intención de venderlo en el extranjero. Sin embargo, debido a su peso y a la intervención del gobierno, sólo logro llevarlo hasta la orilla del arroyo Otolum, donde lo vio y dibujo Stephens. Años más tarde fue llevado a la ciudad de México; lo mismo sucedió con el panel izquierdo, el cual fue extraído, en 1909, por Leopoldo Batres y Justo Sierra. Por último, el panel derecho, que se encontraba desprendido y roto desde la visita de Stephens fue llevado a Estados Unidos en 1842 por el cónsul Charles Russell, en donde fue resguardado por el Smithsonian Institution hasta que fue devuelto a México en 1908 (Cuevas y González, 2001: 15-27).Las descripciones de Stephens tuvieron influencias insospechadas entre los futuros visitantes de Palenque. Las nuevas expediciones, sin perder su labor romántica y anecdótica, se enfocaron principalmente hacia el conocimiento del pasado maya, de sus logros materiales y de la misteriosa estética de una civilización netamente americana. Uno de estos personajes que continuaría con esta tradición fue el explorador Désiré Charnay, quien en el año de 1859 viaja a Palenque por primera vez en una misión del gobierno francés con el objetivo e visitar ruinas mesoamericanas. Después de hacer un recorrido por varios sitios del altiplano, regresa a Palenque donde nota el derrumbe de la fachada del Templo de la Cruz, que vio completa en la primera visita, así como el relieve del Templo del Bello Relieve que había desaparecido. Uno de los avances técnicos utilizados por Charnay en Palenque fue la fotografía; posteriormente exploradores como Alfred Maudslay y Teober Maler mostrarían con precisión y naturalidad la grandeza de las antiguas ciudades y las costumbres de sus pobladores modernos a través de sus cámaras fotográficas (Bernal, 199: 113-114). Con Charnay se cierra el ciclo de los viajeros románticos para dar paso a los iniciadores de la arqueología científica, en donde surgirán grandes americanistas que van a contribuir a crear una nueva imagen sobre Palenque y el área maya. En poco más de un siglo Palenque había brotado de la espesa vegetación selvática mostrando la riqueza extraordinaria de sus restos arqueológicos y escultóricos. Sin embargo, sus tesoros artísticos, algunos de los cuales ya formaban parte de coleccionistas y museos, continuaban siendo sustraídos, los métodos utilizados para obtenerlos provocarán la pérdida de objetos y datos contextuales, principalmente de tumbas halladas en esa época. Una primera mención sobre la presencia de tumbas en Palenque fue una carta publicada en el periodo EL Monitor Republicano el 17 de enero de 1880. Por la descripción del relato, estas tumbas podrían corresponder a las que se ubicaban en el interior del Templo XV, ya que eran accesibles para la época que se realizó esta visita, lo cual comprobaría el arqueólogo inglés Alfred P. Maudslay años después, cuando en 1891 visita Palenque y nos deja una descripción de este edificio y de su contenido. Una descripción de estas mismas tumbas es la de Edward H. Thompson, a quien en una breve visita a Palenque realizada a principios de 1895, en compañía de William Holmes, le fue señalada la presencia de estas tumbas por parte del Sr. German Kholer, residente de Palenque. Por otro lado, estos mismos exploradores nos dejarían descripciones sobre una serie de tumbas que se ubicaban en el extremo suroeste del basamento del Templo de la Cruz. El texto de Thompson sobre la tumba del Templo de la Cruz seria quizá la primera descripción formal de una tumba realizada en Palenque, aunque este personaje tendría una segunda historia y seria ampliamente conocido, desgraciadamente para la arqueología mexicana, por sus trabajos en Chichén Itzá. Investigación: Profr. Agustín Román Alvarez Bolívar.


Fuente de la Información: Crónista Municipal Profr. Agustín Roman Alvárez Bolivar.

Ultima Actualización: 18 de Septiembre de 2018.

 


 
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